Acudir a una valoración del suelo pélvico no suele estar entre las citas médicas de nuestras agendas. Normalmente, cuando nos duele un diente no dudamos en pedir hora en el dentista o si empezamos a ver mal, nos acercamos al oftalmólogo para que nos indique si necesitamos unas gafas nuevas. 

Es posible que los síntomas que no indican que debemos visitar un médico en concreto sean más evidentes son reconocibles que aquellos que afectan al suelo pélvico. 

Señales de que necesitas una valoración del suelo pélvico 

  • En el caso de los hombres necesitan una valoración de su musculatura pélvica antes y después de una cirugía prostática, si tiene problemas urinarios y/o disfunciones sexuales como problemas de erección.
  • En el caso de los menores, deben acudir al especialista en suelo pélvico si tienen escapes de orina por la noche con más de 7 años de edad (enuresis o incontinencia urinaria nocturna), encopresis infantil (o incontinencia fecal) o estreñimiento crónico. Las revisiones en menores siempre serán en presencia de un adulto y nunca se realizará exploraciones intracavitarias.
  • En el caso de las mujeres las señales de que has de acudir a una valoración en el suelo pélvico suelen ser más evidentes:

o   En la adolescencia para aprender a identificar su suelo pélvico, resolver dudas en la colocación de un tampón o copa menstrual, cuando comienzan a mantener relaciones sexuales, si tienen dolores mesntruales, etc.

o   Si existen factores de riesgo como: la obesidad, deportes de impacto, uso prolongado de tacones, el estreñimiento crónico, tabaquismo, enfermedades pulmonares que conlleven tos crónica, profesiones donde se manejan pesos o músicos que tocan instrumentos de viento.

o   Antes del embarazo, para preparar nuestra musculatura perineal y abdominal y minimizar los factores de riesgo del embarazo y parto.

o   Tras el parto o cesárea, para valorar la integridad y competencia de nuestro abdomen y suelo pélvico y paliar los síntomas más asociados a este proceso como es el caso de las incontinencias, episiotomías dolorosas, diástasis abdominales, etc.

o   En la menopausia, ya que los cambios hormonales que sufre la mujer en esta etapa aumentan el riesgo de padecer patologías tipo incontinencias urinarias, prolpasos genitales, dispareunias (dolor durante o después de la penetración).

o   Diástasis abdominales y debilidad de la faja abdominal.

o   O si tienes cualquier signo o síntoma como:

  1. Dolor lumbar o lumbopélvico crónico,
  2. Dificultad para mantener relaciones sexuales, dispareunia o dolor postcoital.
  3. Disminución de la sensibilidad en las relaciones sexuales.
  4. Sensación de peso en el interior de la vagina y /o bulto que sale del orificio de la vagina y/o ano.
  5. Dificultad o incapacidad para retener los tampones y/o copas menstruales.
  6.  Acudir al baño más de 8 veces/día, dificultad para vaciar la vejiga o sensación de vaciado completo. Nicturia o levantarse 2 o más veces por la noche para orinar.
  7. Escapes de orina, gases y/o heces.
  8. Dolor pélvico
  9. Etc.

La valoración de suelo pélvico no solo es para aquellas mujeres que han tenido un parto, o que están en la menopausia, la valoración de suelo pélvico debería ser algo tan natural como ir al ginecólogo o médico de cabecera para tomar conciencia de nuestro periné, minimizar factores de riesgo, paliar los posibles síntomas y sobre todo mejorar nuestra calidad de vida. A partir de las valoración, cada persona necesitará un tipo de trabajo específico para conseguir un suelo pélvico saludable. 

Este artículo ha sido escrito por Elena Valiente, fisioterapeuta diplomada por la Universidad Europea de Madrid especialista en Suelo Pélvico.

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