Ejercicios de Kegel, bolas chinas o hipopresivos. ¿Sabemos realmente para qué sirve cada tratamiento? ¿Están indicados para todo el mundo? ¿Existen algunas contraindicaciones? Elena Valiente, fisioterapeuta especializada en esta zona tan importante (e ignorada) de nuestra anatomía, nos da las claves de los tres métodos.

Bolas chinas

•​ ¿Qué son? Pese a su nombre, tienen origen en Japón, ya que las utilizaban las geishas para fortalecer la musculatura del suelo pélvico. El mecanismo suele estar formado por una o dos bolas, unidas por un cordón, en cuyo interior se encuentra otra bolita más pequeña. La vibración que produce el choque de esta bolita contra las paredes vaginales cuando la mujer está en movimiento provoca una contracción involuntaria y continua de los músculos, aumentando la circulación sanguínea, la lubricación y el tono muscular. Están recomendadas para cualquier mujer con debilidad perineal, incluso después del parto (pero con cuidado, dejando pasar la cuarentena y tras la visita de un fisioterapeuta especializado), en la menopausia y en mujeres que practiquen deportes de impacto.

 ¿Qué contraindicaciones tiene? No se deben utilizar durante el embarazo y el posparto inmediato, si existe aumento de tono muscular, dolor en la zona perineal, infecciones vaginales o de vejiga u órganos bajos o fuera de su eje.

 

•​ Manual de uso. Lo ideal es empezar por 10 minutos al día e ir aumentando hasta llegar a 20 o 30, durante la actividad cotidiana. Se pueden combinar con ejercicios de Kegel para optimizar los resultados. Para esterilizar las esferas, no hay que hervirlas pues dañaría el material del que están hechas, mejor, mira lo que indica el fabricante.

Ejercicios hipopresivos

•​ ¿Qué son? Es una técnica desarrollada en los años 80 por Dr. Marcel Caufriez en su búsqueda por conseguir un trabajo de la musculatura abdominal que no tuviera repercusiones negativas en el suelo pélvico. La clave de estos ejercicios está en la realización de posturas y movimientos en apnea, es decir, sin aire en los pulmones. Se trata de abrir las costillas al respirar y mantener esa posición durante un tiempo determinado.

 

•​ ¿Qué contraindicaciones tienen? Lo puede realizar cualquier mujer, salvo embarazadas o aquellas personas que sufren de hipertensión arterial o patologías inflamatorias intestinales (colon irritable, hernia de hiato, etc).

Manual de uso. Se deben realizar bajo la supervisión de un profesional, ya que al ser ejercicios muy técnicos, resulta muy fácil hacerlos mal y puede ser contraproducente. Para que te hagas una idea, lo primero que enseña el especialista es a adquirir una postura con la espalda estirada lo máximo posible. Durante la realización de estos ejercicios se debe echar hacia dentro la barbilla, como si se tuviese papada, lo que ayuda a estirar la columna vertebral. Tras esto, se debe tomar aire intentando mantener la postura, espirar profundamente y empezar de nuevo. Así hasta 3 veces, tras las que se descansa. Se repite el procedimiento en varias posturas.

Ejercicios de Kegel

•​ ¿Qué son? Consisten en contraer los músculos del suelo pélvico hacia arriba y hacia adentro durante unos segundos de forma voluntaria para fortalecer y tonificar la musculatura pélvica. Fueron ideados por el doctor Arnold Kegel en la década de los 40 para prevenir la incontinencia urinaria, sobre todo después del parto. Con el tiempo se ha descubierto que también pueden mejorar la función de sostén de las vísceras y aumentar el placer sexual.

 

•​ ¿Qué contraindicaciones tienen? No están indicados en los casos de exceso de tono de esta musculatura, como podrían ser las mujeres que sufren vaginismo y algunas dispareunias (dolor durante las relaciones sexuales).

Manual de uso. Ejercitar unos músculos que ni siquiera sabes que están ahí, es difícil, pero no imposible. El primer paso es saber identificarlos. ¿Cómo? Pues la manera más sencilla consiste en detener el flujo de la orina cuando vas al baño. Sin embargo, este método es solo para encontrar el lugar donde se ejerce la presión. Jamás debes realizar ejercicios de Kegel mientras estás comulgando con la naturaleza puesto que puedes conseguir el efecto contrario y debilitar la zona. Apretar esos músculos (cuando ya no estés en el baño) durante 5 segundos y relajarlos durante 10 puede ser una buena forma de empezar a ejercitarlos.

Enna pelvic ball

La única esfera vaginal con tecnología diamond que estimula la musculatura pélvica a través de las vibraciones. Además, es un instrumento ideal para conocer de forma inmediata el tono: si tras colocarla, la esfera desciende, el nivel de tonicidad es bajo. Y si lo hace, pero solo durante la utilización, la tonicidad es media y/o buena. Antes de utilizarla por primera vez, es importante que la mujer realice una valoración perineal con un fisioterapeuta especializado en patologías del suelo pélvico y descartar que no exista ninguna contraindicación.

 

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